Cuando Inma, la directiva "amortizada" de la compañía de cosméticos, se vio en la calle, se preguntó: "¿Qué voy a hacer sin un sueldo? ¿Cómo mantengo a mis hijos y pago la hipoteca al mismo tiempo?". Y se dio de bruces contra ese muro paralizante de la "reacción adaptativa". Por eso la tarea de Vicente Prieto, su psicólogo, no se ha diferenciado en muchos aspectos de la de un asesor contable. La pérdida de confianza y autoestima que produce quedarse sin trabajo es innegable. Bien. Pero, en el plano económico, quizá no fuese tan fiero el león. Juntos pusieron sobre la mesa ingresos, gastos y las redes sociales de ayuda: Inma contaba con la indemnización por despido, a razón de 45 días por año trabajado, y habían sido 20; y luego estaba el subsidio por desempleo, de aquí a dos años; y el sueldo de su marido, y los padres y hermanos, la familia, incluso los amigos. Siempre están ahí en los momentos de dificultades.
Dori
Dori no sufras tanto por el futuro intenta disfrutar el presente que por ahora es lo mas importante,que no merece la pena empezar a sufrir antes de tiempo, pero si me gusta la idea de que se cuide la naturaleza,un abrazo,,,,,,,,,Alfonsi
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