La historia de Ferrol se conoce principalmente por sus hombres más famosos, de Franco a Pablo Iglesias o Torrente Ballester. Pero también hubo muchas mujeres que tuvieron un papel determinante en el destino de la ciudad. Ahora, dos rutas turísticas recordarán las vidas de todas ellas, desde reinas y escritoras ilustres, como
Concepción Arenal, hasta las trabajadoras más humildes.
El alcalde, Vicente Irisarri, inauguraba este lunes de manera oficial esta propuesta turística con un recorrido por uno de los itinerarios, al que se sumaron numerosas mujeres y también algunos hombres. La iniciativa da continuidad al proyecto
'Ferrol en feminino', que incluyó la edición de un libro y el montaje de una exposición que durante el curso pasado recorrió los centros educativos de la ciudad.
El punto de partida de la visita guiada fue el muelle de Curuxeiras. El puerto ferrolano sirvió para
recordar a las carboneras que transportaban el mineral desde los barcos hasta tierra, con cestos de 30 kilos sobre sus cabezas. Ellas fundarían en 1909 la
Sociedad de Cargadoras y Descargadoras del Puerto de Ferrol 'La Unión Femenina', primer sindicato exclusivamente femenino de la ciudad.
Trajes para una reina
La dársena fue el escenario también de otro episodio histórico, protagonizado en 1690 por
Mariana de Neoburgo, esposa de Carlos II. En su largo viaje desde Baviera, la flota que traía a la reina consorte tuvo que desviar su ruta por el mal tiempo y el peligro de un ataque francés, y recaló en la ría ferrolana.
El protocolo exigía que la reina pisase suelo español ataviada a la moda del país, por lo que
las costureras locales subieron al barco para confeccionar sus trajes. Gracias a la labor de estas anónimas mujeres, el monarca eximiría a los hombres de Ferrol y Mugardos de la leva de tropas.
En 1690 unas costureras tuvieron que confeccionar de urgencia trajes para la inesperada visita de la esposa de Carlos II
Más de un siglo después, otra reina escribiría una página destacada en la historia ferrolana. Sería
Isabel II, quien visitó la localidad en 1858 y se alojó en el edificio de Capitanía, al que
se trajeron cuadros del Museo del Prado para la ocasión.
La soberana concedería el título de ciudad a Ferrol ese mismo año.
Las rutas de Ferrol en femenino recuerdan también a mujeres de las clases populares, como las cargadoras que participaron en la
construcción del Dique de la Campana, edificado en el interior del Arsenal en 1879 y que en la época fue uno de los mayores del mundo. Unas 200 mujeres trasladarían, en cestas sobre sus cabezas, las 174.000 toneladas de tierra extraída en la obra.
La ferrolana más ilustre
La escritora ferrolana más ilustre, Concepción Arenal, tampoco podía estar ausente de los itinerarios. El número 177 de la calle Real, casa en la que vivió la intelectual durante su infancia, recuerda a una mujer valiente que
no dudó en vestirse de hombre para entrar en la Facultad de Derecho de Madrid. La trampa se descubriría y sólo gracias al apoyo de Fernando García Carrasco, el que después se convertiría en su marido, podría asistir a clase, aunque
sin posibilidad de obtener el título.
Los jardines de Herrera eran el lugar de encuentro de las amas de cría.
De la lucha de Concepción Arenal por lograr la igualdad de derechos para las mujeres surgirían después figuras como la de otra ferrolana,
Ángeles Alvariño, primera alumna del Instituto Español de Oceanografía. Esta científica tendría que librar su propia batalla en la década de los cincuenta para conseguir embarcar en los navíos de guerra de la Marina, contra una prohibición de la época de Carlos III. En sus expediciones por todo el mundo descubriría 22 nuevas especies de organismos marinos.
La madre de Hildegard
La crónica negra también está presente en el recorrido. Así, en el portal 181 de la calle Magdalena se recuerda el trágico final de
Aurora Rodríguez, que pasaría a la historia por matar a su propia hija Hildegard, concebida como el modelo de súper mujer al que aspiraba su madre.
De buena familia, Aurora se encargó de la educación de su sobrino, quien se convertiría en el famoso pianista
Pepito Arriola. Cuando éste se va a Madrid, decide tener su propia hija y educarla para ser la mujer del futuro. Niña prodigio, con sólo 13 años Hildegard terminaba el Bachillerato y con 17 años se licenciaba en Derecho. Pero cuando la joven decide independizarse e irse a Inglaterra, su madre se opone y, un día de 1933, la mata de un disparo mientras duerme. Aurora acabó sus días en un psiquiátrico.
Lavanderas, amas de cría, aguadoras que cumplían la función de los actuales bomberos, las prostitutas del viejo barrio de Esteiro o las artistas del teatro Jofre desfilan también por los dos itinerarios turísticos de Ferrol en femenino. Sus historias ofrecen una nueva mirada sobre la ciudad con ojos de mujer.
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