Cuando un Gobierno sube el IVA, las empresas tienen tres opciones: subir
los precios en consonancia con el incremento del impuesto; mantener el
coste para el cliente y sacrificar parte de los beneficios para asumir
esa mayor presión fiscal o repartir la carga de la subida entre compañía
y comprador. Esa es la disyuntiva ante la que se encuentran las
empresas españolas desde que el Gobierno subió el impuesto sobre el valor añadido (IVA) la semana pasada,
del 18% al 21% el tipo general y del 8% al 10% el reducido. El problema
es que hay una ristra de sectores que han saltado de un tipo al otro, con lo que su gravamen ha crecido de golpe 13 puntos
(del 8% al 21%), como ocurre con cines, peluquerías o servicios
funerarios.
“No, no podemos asumir esos 13 puntos, Pensábamos que
nuestro IVA pasaría del 8% al 10% e íbamos a mantener los precios, pero
es imposible hacerlo ahora... También nos han subido el impuesto de
sociedades, es un golpe a nuestros ingresos”, explica Juan
Martínez-Tercero, presidente de la Federación de Salas de Fiesta, Baile y
Discoteca de España (Fasyde), uno de los sectores más afectado por la
reforma.
Para ampliar información dir´gase aquí
Fuente: el País
Pilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario