Desde niña, cuando dejó los estudios para aprender costura en un taller de su Chipiona querido, Rocío Mohedano Jurado ha sido una trabajadora incansable. Tocada por la varita mágica de la pasión, aquella niña se hizo estrella sobre los escenarios, o entre las cámaras de cine que captaban el gesto de aquella mujer temperamental. Casada, primero con el querido Pedro Carrasco y luego con el respetado José Ortega Cano, su familia, junto con el trabajo, mantienen fuerte a una cantante con alas en la voz.
marisol lazaro
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