Las diligencias del sumario sobre la tragedia de la noche de Halloween,
al que ha tenido acceso EL PAÍS, muestran el desbarajuste reinante en
el pabellón Madrid Arena, dependiente del Ayuntamiento de Madrid. Cuatro
jóvenes —entre ellas, una menor— murieron aplastadas por una masa
humana atrapada en uno de los túneles del recinto, el pasado 1 de
noviembre. Las declaraciones de los testigos (entre ellos los de varias
jóvenes que quedaron atrapadas en montañas humanas, pero que salvaron la
vida) son escalofriantes. Todos cuentan que entraron al recinto sin
traba alguna. Los porteros no pidieron el DNI ni registraron a nadie
para evitar que entrasen al pabellón, como sucedió, bengalas y petardos,
posible causa del mortal estallido. La de Halloween en el Madrid Arena
fue una noche de dolor y descontrol en la que, además, se sirvió alcohol
sin miramiento ni distinción de edad
M. J.
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