En América Latina hay más de 14 millones de mujeres dedicadas al trabajo doméstico en casas que no son la suya. Reciben una remuneración, pero la mayoría de ellas también deben enfrentar a diario una realidad en la cual predominan bajos salarios, largas jornadas, escasa o nula protección social, poco tiempo libre, malas condiciones de vida y un incumplimiento generalizado de las normas laborales.
La nueva norma internacional sobre el trabajo doméstico, aprobada recientemente por los 183 países que forman parte de la OIT, constituye un hecho sin precedentes pues por primera vez aborda específicamente a un sector laboral en el cual predomina la informalidad, y donde son frecuentes la discriminación, la explotación y otros abusos.
El trabajo doméstico se realiza a puertas cerradas, en la intimidad de nuestras casas, y eso ha contribuido a que sea una ocupación invisible, difícil de medir y de controlar. Las estadísticas son difusas y con frecuencia no cuentan a quienes trabajan por hora o por día, a quienes no estén registradas en la seguridad social, a las migrantes indocumentadas ni a las niñas y niños que trabajan ocultos sin tener la edad permitida por la ley.
Alfonsi.
http://www.elheraldo.hn/Ediciones/2011/07/19/Opinion/La-mano-invis
Estoy totalmente deacuerdo con esta publicación el trabajo doméstico es uno de los trabajos en el cual se cometen la mayoria de atropellos al ser untrabajo invisible y en pocas ocaiones no tiene una buena remuneración salarial.
ResponderEliminarDeidania